REFLEXIÓN PERSONAL: MOMENTO SIGNIFICATIVO

MI CONEJO MATEO

¿Qué sentirías si te tocara dejar atrás toda tu vida, amigos y lugares favoritos por una razón que tú desconocías y además el único recuerdo vivo que tenias de esa vida desapareciera en esa mudanza? Esto fue lo que me tocó vivir a mis 6 años de edad y fue uno de los momentos más tristes de mi vida.


Todo empezó cuando tenía 5 años y mi padre llevó un pequeño conejo blanco de ojos rojos a la casa al cual le pusimos Mateo, podría decirse que fue amor a primera vista, ya que, desde ese momento no solo se convirtió en mi mascota sino también en mi mejor amigo y mi compañero de juegos, jugábamos todos los días, lo alimentaba y hacia todo lo posible para que estuviera cómodo. Todo era felicidad, risas y juegos con él y así transcurrió durante un año. Hasta que un día nos encontrábamos esperando el carro de la mudanza, era algo que no entendía, ya que, era muy pequeño para entender las razones, simplemente estaba ahí… parado, esperando. Tanto triste por todo lo que dejaba atrás: mis amigos, compañeros, mi casa, mi colegio y mi vida, como ansioso por todo lo que nos esperaba, nuevos lugares que descubrir, nuevas personas por conocer, un mundo nuevo para mi, aun así estaba tranquilo porque llevaba a mi compañero conmigo para descubrir ese mundo juntos, pero al parecer ni el destino ni Dios querían eso…


Todo transcurrió normal, llegó el carro, subimos todo y nos despedimos. Fue una despedida algo alegre para lo que significaba este hecho, ya que, estaba dejando toda esa vida atrás y todo lo que tenía allá es algo que no he vuelto a encontrar en ninguna otra parte. ya con todo listo emprendimos nuestro viaje, pero ocurrió algo que jamás pensé que pasaría… Al cabo de unas horas de ir viajando hicimos una parada y mi papá me recibió con una terrible noticia… al parecer la caja donde iba Mateo se rompió y él se escapó, salió corriendo y se lanzó del coche, en ese momento íbamos pasando por una autopista, por lo cual no sobrevivió. Mi padre que venía detrás con el equipaje lo vio todo, pero no pudo hacer nada porque pasó muy rápido y tampoco pudo comunicarse con nosotros porque no lo escuchamos.


Esa noticia me cayó como un balde de agua fría, se me hizo un nudo en la garganta y aunque en ese momento no lloré sí sentí cómo se creó un vacío dentro de mi, culpándome y culpando a mis padres, deseando volver atrás y evitar que eso pasara, pero era inútil, solo podía seguir adelante, ahora con ese vacío dentro de mi que no se ha podido llenar con nada hasta ahora y es algo que sigo lamentando hasta el día de hoy. 

 

Comentarios

Entradas populares